Vecinas y vecinos de los Barrios Leganés Norte, Zarzaquemada y Carrascal, organizados en la Plataforma Vecinal 5G

• En el barrio Leganés Norte en la finca ubicada en Avenida María Moliner 14 el Fondo Buitre Testa Residencial ha permitido en el año 2019 con el silencio de las administraciones públicas, la instalación de tres gigantescas antenas para 3 compañías telefónicas diferentes que servirán para las
• “Estaciones Base de Telefonía Móvil, sin consultar a ninguno de las personas que residen en ella, sin dar ningún tipo de información acerca de los riesgos que estas instalaciones puedan ocasionar a la salud de las personas y en la estructura de los edificios, si tenemos en cuenta su peso de más de tonelada y media.
• En C/Roncal S/N desde el año 2013 (aprox 500 mts de María Moliner 14) instalaron otra Estación Base de Telefonía Móvil –EBTM- mástil que se ve cerca del puente de la vía de tren.
• Otra C/Monegros 21, -500mts de EBTM C/Roncal- se encuentra otra gran antena, en pleno centro de actividad del barrio Zarzaquemada.

Habiendo a escasos 500 mts, otra Estación Base de Telefonía Móvil en C/Roncal S/N, compuesta por casetas para el alojamiento de equipos y mástil soporte de antena de 40m desde 2013 que preocupa a vecinos y vecinas de Zarzaquemada debido al incremento de enfermedades y patologías observadas en la zona de influencia. No es normal que se den licencias tan próximas, que no se lleve un control o se informe a la ciudadanía, ni se regulen las telecomunicaciones de manera seria, aun habiendo una ordenanza del Pleno del Ayuntamiento de Leganés en sesión extraordinaria celebrada el día 22 de noviembre de 2010, publicada por el BOCAM el martes 18 de enero de 2011 que se supone es para velar por la seguridad y SALUD de los vecinos aplicando el principio ALARA1 y de precaución.

De acuerdo a la propia información de las principales empresas de telecomunicaciones, el número de dispositivos de cada persona se va a multiplicar por más de diez. Una persona que hoy disponga de tres o cuatro dispositivos, con la tecnología 5G tendrá unos treinta o cuarenta, entre teléfonos móviles, frigorífico, lavadora, luces, horno y todo tipo de nuevos productos que funcionarán con 5G. Se calcula que en 2025 serían unos 75.000 millones de dispositivos conectados a lo que usual-mente se denomina el Internet de las Cosas (*). En términos de sostenibilidad y medio ambiente las consecuencias serían sencillamente desastrosas. La colocación de miles de pequeñas antenas cada 100-125 metros aproximadamente. (denominadas small cells o celdillas), en ciudades y pueblos (las cuales se instalan indiscriminada-mente en casas, semáforos, farolas…etc.) y antenas cada 250-500 metros en carretera, necesarias para alcanzar esa gran potencia de onda, es algo que nos atañe, y gravemente, a todos los niveles: sanitario, medio ambiental y urbanístico.

También se va a instalar (ya se está haciendo) 12.000 satélites, y algunas fuentes apuntan a más de 20.000 en órbitas bajas de nuestra atmósfera, con lo que será irradiado todo el planeta. Teniendo en cuenta que el número total de satélites que orbitan nuestro planeta ahora mismo es de unos 2.000, es enorme la cantidad de basura espacial que se pretende general, así como la contaminación ambiental consecuencia del lanzamiento de estos satélites, y la contaminación lumínica. Además, amenazarán la predicción del tiempo.

Según los técnicos de “Arup”2 “esta tecnología necesita entre el 5% y el 9% del consumo mundial de electricidad y eleva al 2% su participación en la contaminación mundial, similar al generado por el transporte aéreo.”

RIESGOS
La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer y el Consejo de Europa, entre otros organismos, hace tiempo que vienen advirtiendo de los riesgos de la exposición a radiofrecuencias, así como de la especial vulnerabilidad a dicha exposición de las personas electro-sensibles, entre los que destacan la población infantil, mujeres embarazadas y personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas.

BASE LEGAL
El artículo 15 CE establece el derecho a la vida y a la integridad física, entre otros; el cual debemos invocar como fundamento del resto de derechos que pretendan hacerse valer. Así mismo, el art. 43 CE, reconoce el derecho a la protección de la salud, y la obligación que compete a los poderes públicos para organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas.

Debemos invocar estos derechos como fundamento del resto de derechos que se pretendan hacer valer, pues no se puede esgrimir la defensa a la vida y a la salud sin poner en cuestionamiento tecnologías que no sólo no han demostrado su inocuidad, sino que se muestran agresivas hacia la propia conservación de la salud, o de la vida en determinadas circunstancias o afecciones, dependiendo de la vulnerabilidad que acontezca a según de qué grupo de riesgo se trate. Por su parte, el art. 45CE informa el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y el deber de conservarlo, exigiendo la reparación del daño a quienes violaren lo dispuesto en el mismo.