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El Hospital Severo Ochoa implanta la radiofrecuencia para tratar los miomas uterinos

  • Los servicios de Ginecología y Radiología del Hospital Universitario Severo Ochoa han comenzado a realizar, de manera conjunta, un tratamiento de miomas uterinos mediante radiofrecuencia.
  • Esta novedosa técnica es mínimamente invasiva y evita la intervención quirúrgica.
  • Supondrá un beneficio para las mujeres con problemas de fertilidad y también para las pacientes que están próximas a la menopausia.

Los servicios de Ginecología y Radiología han incorporado recientemente la técnica de la radiofrecuencia para el tratamiento de los miomas uterinos. Es una técnica mínimamente invasiva que consiste en introducir un electrodo dentro del mioma, que es una aguja que produce calor y necrosa el tejido. “El tejido se va necrosando y disminuye el mioma a lo largo de los meses. Con esta técnica se evita la intervención quirúrgica”, explica María Jesús Álvarez, radióloga del Hospital Severo Ochoa.

Para aplicar esta técnica se recomienda que los miomas no superen los diez centímetros. De hecho, es aconsejable que estén por debajo de los ocho centímetros. La radiofrecuencia tampoco está indicada para aplicar en los úteros donde se localicen más de tres miomas.

La implantación de esta técnica tiene por objetivo disminuir el uso de cirugía en las pacientes próximas a la menopausia y, al mismo tiempo, evitar la intervención quirúrgica en aquellas mujeres con problemas de fertilidad cuyo útero se vea afectado por la presencia de uno o más miomas. “La aplicación de cirugía en vez de radiofrecuencia podría alargar el plazo para que la mujer pueda quedarse embarazada, como consecuencia de las cicatrices uterinas ocasionadas por las técnicas convencionales e, incluso, ocasionar el riesgo de perder el útero”, concreta Beatriz Juliá del Servicio de Ginecología del hospital.

Qué es el mioma uterino - Cuidame. Tu web de salud

La mayoría de los miomas disminuyen de manera significativa a partir de los seis meses del tratamiento y pueden llegar a desaparecer, siempre y cuando no sean demasiado grandes. La simple disminución puede conseguir la desaparición de las hemorragias y facilitar la consecución del embarazo.

Un mioma uterino presenta la forma de una bola redondeada de músculo liso, de características benignas, aunque en ocasiones puede provocar problemas en las pacientes. Si su tamaño es muy grande, puede ocasionar dificultades para la implantación de los embriones y también puede ocasionar molestias en la paciente por el espacio que el mioma ocupa dentro de la pelvis.

Alejandro Mangas Díaz

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