La Iglesia de San Salvador de Leganés declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad de Madrid
- Su ornamento litúrgico está compuesto por un magnífico conjunto de doce retablos de los siglos XVII y XVIII
- Conserva importante documentación en su archivo, lo que permite conocer su evolución constructiva y los maestros que intervinieron
- Está considerada ejemplo de la arquitectura madrileña de los siglos XVI y XVII
Madrid 31 de agosto de 2024.- El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado en su reunión de esta semana declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la Iglesia parroquial de San Salvador de Leganés, en la categoría de Monumento. Está considerada un ejemplo relevante de la arquitectura madrileña de los siglos XVI y XVII, muestra de la tendencia tardogótica y del clasicismo ornamentado.

El templo se encuentra en un excelente estado de conservación tras una reciente intervención integral. La historia de su construcción se enmarca en un periodo que comprende desde finales del siglo XV o principios del XVI, hasta que se dan por concluidos los retablos de José de Churriguera en 1720.
La cabecera, que comenzó a edificarse en el segundo cuarto del siglo XVI sobre una pequeña iglesia probablemente mudéjar, sigue el modelo gótico tardío característico de la primera mitad de siglo. Sin embargo, la nave de transepto y el cuerpo, iniciados hacia 1660, responden a una arquitectura conforme al manierismo clasicista, cuyo origen se encuentra en la obra del maestro Juan de Herrera.
Cuenta con un magnífico conjunto de doce retablos de los siglos XVII y XVIII, que constituyen su ornamento litúrgico. Además, conserva importante documentación en su archivo parroquial y municipal, que permite conocer la evolución constructiva y los maestros toledanos y madrileños que intervinieron en todas sus fases a lo largo de casi dos siglos.

Historia
La Iglesia parroquial de San Salvador, en Leganés, es un edificio de tipología madrileña, cuya construcción comienza en plena época de los Reyes Católicos, en el primer cuarto del siglo XVI (tal vez, incluso, a finales del siglo anterior). El proceso constructivo del templo –que en lo que se refiere a su morfología fundamental puede situarse entre 1500 y 1720) está muy bien documentado, gracias a su riquísimo archivo parroquial, que conserva documentación desde el s. XVI al XXI.

Dedicada en un principio a la Santísima Trinidad, la parroquia del pequeño pueblo medieval pudo convertir lo que seguramente era una simple estructura de ladrillo sin pretensiones en un hermoso templo, dedicado al Santo Salvador en el misterio de su Transfiguración, que es como ha llegado hasta nosotros.
Vinculado por razones evidentes a la trayectoria artística madrileña, Leganés nació eclesiásticamente en la diócesis primada del territorio español: la archidiócesis de Toledo. Por ello fueron diversos artistas toledanos los que la visitaron en numerosas ocasiones, a las órdenes de su arzobispo. El más insigne de los arquitectos que visita nuestro templo parroquial e informa de su estado durante el s. XVII fue Bartologmé Zumbigo.

El templo queda configurado como un gran conjunto barroco en torno al primer cuarto del s. XVIII, que es cuando se realizan los retablos más modernos que el templo conserva. El artista más importante que contribuye a la unidad que observamos en su interior, vinculando arquitectura, decoración, escultura y pintura es el madrileño José Benito Churriguera que nos ha dejado aquí uno de los retablos más espléndidos de todo el barroco español: el que contemplamos en el altar mayor, y que vio la luz entre 1701 y 1707. En el centro de la composición podemos admirar el lienzo costeado por el Marqués de Leganés, en que el artista veneciano Francesco Leonardoni (1702) plasmó el misterio de la Transfiguración (fiesta titular de nuestra parroquia, el 6 de agosto de cada año). Las otras dos obras realizadas por Churriguera en Leganés hacia 1720 son los dos retablos laterales del crucero, en los cuales se advierte la progresiva e imparable evolución artística e imaginación de uno de los mejores escultores del barroco madrileño y del barroco universal.