Montanera del cerdo en Cáceres
- TELESUR MADRID con sus cámaras visitó los cerdos cien por cien ibéricos de Navarretinto en el ecosistema donde pastan en libertad a pocos días de su sacrificio, tras engordar con bellota y hierbas en los meses de otoño-invierno.
La montanera 2020-21 está a punto de entrar en su cuello de botella de sacrificios. Sin embargo, por primera vez puede romperse la tendencia ascendente en cerdos de bellota desde la implantación de la norma reguladora (2014-15), lo que provocaría un deterioro de su ecosistema si éste se destina a especies silvestres como caza mayor.
Según los datos de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), a 12 de enero de 2020 se habían sacrificado 53.668 cerdos de bellota, un 15% más que a 10 de enero de 2021, cuando se contabilizan 45.697. Aunque parcial, el dato resulta significativo debido a que “este año ya se ha caído casi toda la bellota y los sacrificios se han adelantado”, apunta Salvador Pereira, Presidente de Navarretinto.
El cerdo ibérico en libertad llega a comer 10kg de bellotas al día, engordando un kilo diario. Cada animal ocupa una hectárea de media. Situada en la carretera de Cáceres a Portugal, ‘La Nora’ comprende 750 hectáreas de dehesas sostenibles pobladas de alcornoques, encinas y robles de los mejores conservados del país. “Cada jamón y paleta de bellota desvela el entorno donde se alimenta el cerdo del que proviene”, asegura Florencio Sanchidrián, Cruz de Oro al Mérito Gastronómico.
Desde 2000, Navarretinto se dedica exclusivamente a cerdos de bellota 100% ibéricos, de máxima pureza genética. Los restaurantes son su principal cliente, pero “muchos han desaparecido”. Su añada 2020 dará 6.000 piezas entre jamones, paletillas y lomos, 3.000 menos que la 2019. Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía estima en un 50% la caída de las ventas de ibéricos en España generada por los cierres y limitaciones de bares y restaurantes, acrecentada también por el descenso del poder adquisitivo del consumidor. El precio del producto final ya se ha devaluado un 30% y el de las hembras reproductoras un 50%. “El año pasado una lechona de seis meses se reponía por 375€, y ahora las vendemos por 190€. No da ni para pagar su pienso”, reconoce Salvador Pereira.
Encargado de reportajes, programas y noticias